Memoria, Verdad y Justicia en el Norte Santafesino

lunes, 17 de junio de 2013

BOMBARDEO A PLAZA DE MAYO


PÁJAROS METÁLICOS


Por Carancho Ramírez
Éramos niños y no le dábamos importancia a los conflictos callejeros, entre “Cabodehacha” y Gilú Saucedo, por eso no entendimos cuando el primero, que era gorila le gritaba: “Gilú…preparen la colita los peronistas” y éste miraba el cielo con los puños apretados de bronca e impotencia. Bombardeaban Plaza de Mayo.

Nosotros rumbeábamos desentendidos de la tragedia, hacia las afueras del barrio sur de Anyelville. Gomera, recortados.

Sabíamos que las bandadas de morajúes tenían en la Laguna del Viejo Retamar y en el montecito de Pérez sus pistas de aterrizaje. No nos calentaba la pelea de estos borrachos.

Si nos preocupó el silencio de ésa tarde de junio, con un ocaso rojizo y una banda negra que parecía un medio luto puesto a la fuerza sobre el cielo del barrio sur.

Y el silencio. Un silencio que escondió a los morajú, amordazó a los teros, aterrorizó a las garzas y acobardó a los crestones.

Estábamos solos en medio del silencio. Éramos niños.

No sabíamos que allá lejos, en los adoquines cercanos a La Rosada, el pueblo humilde pintaba con sangre inocente las primeras páginas de un holocausto histórico.

Nos trepamos al eucalipto de la Viejita Isabel. Es nuestra Guernica, gritaba la loca del barrio.

De lo alto vimos como siempre salir de los ranchos del barrio taninero pequeñas columnas de humo. Fumata pacífica y repetida de un pueblo adicto al trabajo, respetuoso de Dios y amante de la paz, que creía infantilmente en la consigna de la casa al trabajo y se acobachaba temprano para remar con su esfuerzo ése barco- que al decir de Evita- lo conducía Perón...

Pero era un humo triste, débil, de fogatas que parecían extinguirse.

Nos asustamos.

Para colmo las chimeneas de la taninera y de la aceitería no hacían volar sus cintas de plata sobre el cielo del barrio sur.

Perdimos la noción del tiempo.

El “guampero” llamaba a los gritos para que cuidemos las viejas calderas, el sueño laboral de los hombres de Octubre y los convenios.

Pájaros metálicos cubrieron el cielo del Barrio Industrial.

El monte dejó de ser monte.

La Laguna del Viejo Retamar se secó y nosotros vimos pasar rumbo al olvido a una oxidada caldera.

La chimenea vieja, alta y solterona- busca entre los escombros al pito “guampero” que en las madrugadas febriles se arrimaba a las catreras de los hombres simples para despertarlos y seguir soñando.
 

(Publicado en Revista IDA Y VUELTA  16/06/2012)


domingo, 16 de junio de 2013

EN EL DÍA DEL PADRE



Padre
decidme qué
le han hecho al río
que ya no canta.
Resbala
como un barbo
muerto bajo un palmo
de espuma blanca.

Padre
que el río ya no es el río.
Padre
antes de que llegue el verano
esconded todo lo que esté vivo.

Padre
decidme qué
le han hecho al bosque
que ya no hay árboles.
En invierno
no tendremos fuego
ni en verano sitio
donde resguardarnos.

Padre
que el bosque ya no es el bosque.
Padre
antes de que oscurezca
llenad de vida la despensa.

Sin leña y sin peces, padre
tendremos que quemar la barca,
labrar el trigo entre las ruinas, padre,
y cerrar con tres cerrojos la casa
y decía usted...

Padre
si no hay pinos
no habrá piñones,
ni gusanos, ni pájaros.

Padre
donde no hay flores
no se dan las abejas,
ni la cera, ni la miel.

Padre
que el campo ya no es el campo.
Padre
mañana del cielo lloverá sangre.
El viento lo canta llorando.

Padre
ya están aquí...
Monstruos de carne
con gusanos de hierro.

Padre
no, no tengáis miedo,
y decid que no,
que yo os espero.

Padre
que están matando la tierra.
Padre
dejad de llorar
que nos han declarado la guerra.

(Poema de Joan Manuel Serrat)


(Por los papás de tod@s los compañer@s... Por todos los compañeros papás!!!)

miércoles, 12 de junio de 2013

REPRESIÓN EN EL NORTE: HABLARON LOS FISCALES


El Ministerio Público pidió penas a la patota que operaba en Reconquista

Un juicio emblemático a represores
Es el primero en la provincia que destapa la violencia sexual como uno de los mecanismos del terrorismo de estado para quebrar voluntades. "Las violaciones perseguían el objetivo de anular la personalidad" de las víctimas, señalaron los fiscales.
El fiscal Martín Suárez Faisal, junto a Roberto Salum, imputaron a los siete represores.

El juicio al grupo de tareas que operó en la III Brigada Aérea de Reconquista ya es emblemático: el primero en la provincia que destapa la violencia sexual como uno de los mecanismos del terrorismo de estado para quebrar voluntades. Y ayer, el alegato del Ministerio Público lo ratificó. Los fiscales Martín Suárez Faisal y Roberto Salum imputaron a los siete represores del banquillo por "privación ilegítima de la libertad" y "tormentos agravados" a 39 víctimas -según los casos﷓, pero a cinco de ellos: el jefe de la patota, Danilo Sambuelli y cuatro policías: Carlos Nickisch, Arnaldo Neumann, Rubén Molina y Horacio Machuca, los acusaron también por "violaciones reiteradas y agravadas" a una niña de 16 años y a su hermana de 23. Y pidieron las penas consiguientes: 25 años de prisión para Sambuelli, 20 para Nickisch, 15 para Neumann y 12 para Molina y Machuca, todas de cumplimiento efectivo. "La violencia sexual era parte del plan sistemático de la represión. Los cuerpos de las mujeres afectadas se transformaban en campos de batalla, en el que los varones imponen de manera cruel el poder y la dominación que culturalmente ejercen sobre las mujeres", dijo uno de los fiscales al citar un fallo del Tribunal Oral de Santa Fe en 2010, el mismo que juzga ahora a los represores de Reconquista, y que fue el primero en el país que consideró la violación en centros clandestinos como una de las formas de la tortura.
El lunes, los abogados querellantes Lucila Puyol e Iván Bordón habían pedido condenas de 20 a 11 años de prisión. Ayer, los fiscales Suárez Faisal y Salum solicitaron el máximo de la escala penal para Sambuelli, el jefe del grupo de tareas: 25 años de prisión. Y 20 años de cárcel para sus dos laderos: el comisario Nickisch (ex jefe del Departamento Informaciones) y Jorge Alberto Benítez (ex interventor militar en la Unidad Regional IX). El resto va en descenso: Neumann (15 años), Molina y Machuca (12 años) y Eduardo Luque (8 años).
Pero el fiscal acusó también a "Sambuelli, Nickisch, Neumann, Molina y Machuca por el delito de violaciones reiteradas y agravadas" a dos hermanas, Griselda y Luisa Pratto. Griselda era una niña de 16 años cuando la secuestraron el 5 de febrero de 1977 en la III Brigada Aérea, hasta el 26 de marzo: 49 días de martirio y esclavitud sexual, en los que cumplió los 17. Luisa tenía 23, dos pequeños hijos y un embarazo de siete meses. Suárez Faisal imputó a Sambuelli, Nickisch y Neumann por la violación de Griselda y a Nickisch, Neumann, Molina y Machuca por la violación de Luisa.
"La violencia sexual fue el medio que utilizaron los represores para torcer la voluntad" de las hermanas Pratto, relató el fiscal. La familia ya había sido secuestrada: el compañero de Luisa, Rubén Maulín, su suegra y tres hermanos. Luisa quedó a cargo de sus chiquitos -el mayor de dos años y medio y una beba de un año﷓, más el embarazo de siete meses. Griselda había ido a Reconquista para ayudarla. "Ninguna de las dos estaba en condiciones físicas ni morales para oponerse a los represores, que las violaron siempre en conjunto, en una patota que operaba en los procedimientos ilegales", agregó.
"Los relatos de Luisa y Griselda Pratto demuestran la inescindible relación entre las violaciones, las torturas y el objetivo perseguido, que era la anulación de la personalidad, la obtención de una declaración autoincriminatoria o datos sobre el paradero de otras personas que habían etiquetado como 'subversivos'", explicó el fiscal. Y mencionó los relatos de Maulín y de uno de los hermanos Pratto, Juan Carlos. Otro testigo, Alberto Prez, que estaba alojado en calabozo de la III Brigada Aérea, vio por una rendija "a una chica desnuda y rodeada por represores, y que tiempo después la volvió a ver completamente ensangrentada y escuchó sus llantos y quejidos toda la noche". "No tenemos dudas de que esa adolescente era Griselda Pratto", reveló el fiscal Salum.

Salum citó también una "investigación sobre la violencia sexual en el marco del terrorismo de estado", que se publicó en Rosario ("Grietas en el silencio") y el fallo del Tribunal Oral de Santa Fe que condenó al ex agente secreto del Ejército, Horacio Américo Barcos, el 12 de abril de 2010. "Los abusos sexuales y la violación sufridos por la víctima durante su cautiverio constituyen crímenes contra la humanidad", dijo. "Los cuerpos de las mujeres afectadas se transforman en campos de batalla, en los que los varones imponen de manera cruel el poder y la dominación que culturalmente ejercen sobre las mujeres". En el juicio, Griselda dijo que Sambuelli le decía que él "tenía el poder", que podía hacer con ella lo que quisiera.
El fiscal Salum aportó otro argumento más, que las violaciones a las víctimas del terrorismo de estado podían ser en centros clandestinos, pero también afuera, como ocurrió con Luisa y Griselda. "Cuando eran llevadas a otro lugar físico o privadas de su libertad y abusadas en su propio domicilio. Lo relevante no es el lugar donde se comete el delito, sino el ejercicio de un determinado tipo de poder que se expresa en la acción, precisamente, el tipo de poder característico de los crímenes contra la humanidad", concluyó.

Por Juan Carlos Tizziani


lunes, 10 de junio de 2013

PIDEN CONDENAS PARA REPRESORES (Télam)


Santa Fe
La querella pide entre 11 y 20 años para represores de Reconquista
Solicitó en su alegato penas que van desde los 11 a los 20 años de prisión para cinco de los acusados de haber cometido delitos de lesa humanidad durante la última dictadura cívico militar.

Los abogados Lucila Puyol e Iván Bordón pidieron 20 años de prisión para Danilo Sambuelli y 19 años para Jorge Alberto Benítez, ambos oficiales retirados de la Fuerza Aérea; además solicitaron 15 años de cárcel para Carlos Nickish (comisario), y 11 años para Horacio Machuca y Arnaldo Neumann (suboficiales), los tres ex policías.

En tanto, la querella no realizó imputación contra los ex policías Eduardo Luque y Rubén Molina, instancia que quedará a cargo de la Fiscalía, cuyo alegato será ofrecido mañana.

Sobre los siete acusados pesan cargos por "privación ilegítima de la libertad y tormentos agravados", pero Sambuelli, Molina, Neumann y Machuca también son acusados por violaciones reiteradas en perjuicio de una adolescente que cumplió 17 años mientras estaba detenida ilegalmente.

La causa es llevada adelante por el Tribunal Oral Federal de Santa Fe, integrado por los jueces José María Escobar Cello, María Ivon Vella y Otmar Paulucci.

El juicio es conocido antiguamente como Causa 050 y mediante decenas de testimonios sacó a la luz el accionar ilegal desarrollado en la actual III Brigada Aérea de Reconquista, que según la querella fue el epicentro del terrorismo de Estado en el norte de la provincia de Santa Fe.

La primera parte del alegato estuvo a cargo de la abogada Lucila Puyol, quien enmarcó los delitos de lesa humanidad cometidos en la ciudad de Reconquista y todo el norte de Santa Fe en el terrorismo de Estado instaurado en el país por la última dictadura cívico-militar.

El tramo más impactante refirió a los abusos y violaciones que tuvieron por víctimas a mujeres.

De hecho, este juicio es el primero en el ámbito de la provincia de Santa Fe y Segundo en el país que juzga como de lesa humanidad a los delitos sexuales.

Puyol se refirió en primer término a lo sufrido por Elvira Dieringer, quien durante el juicio contó que al ser detenida a finales de 1976 su hijo mayor era lactante y que los represores utilizaron esa circunstancia para torturarla en los pechos, entre otros tormentos.

Luego, la abogada hizo mención al testimonio de Griselda Pratto, quien cuando tenía 16 años estuvo cautiva en manos de los acusados durante 49 días y fue objeto de violaciones reiteradas y sometida a los más cruentos vejámenes.

Pratto identificó a sus atacantes, entre ellos a Sambuelli y a Nickisch.

En su relato ante el tribunal, la mujer contó cómo la torturaron con picana en la vagina, en los pechos y las axilas, y cómo la violaron un cabo de apellido Estofaretti, que no está imputado en la causa, además de Sambuelli, Nickisch y Neumann.

"Las violaciones fueron por todos lados. Jugaban con mi cuerpo. Tenía que tomar el semen de cada uno de ellos. Después, me llevaron al baño, donde había materia fecal en el inodoro, me metieron la cabeza dentro del inodoro y me hicieron comer la materia fecal. No podía evitarlo. No tenía más fuerzas", relató Pratto.
Puyol vinculó las operaciones de los represores de Reconquista con las ventiladas en el juicio que llevó a la cárcel al ex juez federal Víctor Brusa, el primero en su tipo en Santa Fe.

Por su parte, el querellante Iván Bordón hizo referencia durante su alegato a los testimonios que permitieron conocer la manera en que actuaban los represores y el recorrido al que fueron sometidas las víctimas tanto en Reconquista como en Santa Fe y la cárcel de Coronda. 
No se hizo presente el abogado de la Liga Argentina por los Derechos del Hombre, Dr. Pedro Dinani, para alegar por un testigo querellante, cosa que tuvo que hacer el Dr. Bordón.
Mañana martes 11 de junio será el turno de los fiscales Martín Suarez Faisal y Roberto Salum


sábado, 8 de junio de 2013

AHORA SÍ, COMIENZAN LOS ALEGATOS



Último tramo de la causa Base Aérea Reconquista


Este lunes 10 de junio, a las 10 hs,  comenzaran los alegatos de la denominada Causa Base Aérea Militar Reconquista (ex 050/06 / “Danilo Sambuelli y otros…”). Será ante el Tribunal Oral Federal de la ciudad de Santa Fe y el primer turno será para los abogados querellantes Lucila Puyol e Iván Bordón.
El juicio dio comienzo en noviembre pasado pero lo causa tuvo su origen en la ciudad de Santa Fe cuando la entonces Fiscal Federal Griselda Tessio elevó en el año 2006 a la justicia federal de Reconquista un pedido de investigación por una denuncia radicada en su Fiscalía. Testimoniaron más de 60 personas en las diversas audiencias que se sucedieron hasta aquí en Santa Fe y en Reconquista.
Los represores imputados son siete: 2 militares aeronáuticos y 5 policías santafesinos. En la última audiencia hicieron uso de la palabra dos de los acusados, el Comodoro (RE) Danilo Sambuelli y el Comisario (RE) Carlos Nickisch. Anteriormente lo hizo el Comisario (RE) Eduardo Luque. Todos con las garantías del debido proceso, como no la tuvieron los que estuvieron bajo sus "garras" durante la última dictadura militar.
En esta parte, el juicio se abocó sobre lo que fue parte de la represión en el Departamento Obligado, dejándose para otra instancia los Departamentos Vera (Guardia Rural) y 9 de Julio.
El Tribunal está compuesto por José Escobar Cello, Otmar PaulucciIvón Vella y Mateo Busaniche (4° juez); mientras que la Fiscalía la integran los Dres. Martín Suárez Faisal y Roberto Salum. El martes será el turno de ellos.
El Gobierno de la Provincia trasmitirá en vivo a través de su página web las imágenes y el audio de los alegatos.