Breve
HUGO HONESTIDAD
La
semana pasada, en días de la muerte de Néstor Kirchner, sonó el teléfono en la
casa del querido profesor, columnista del semanario radial “La Mirada”, Hugo
Nalli. Al atender éste el llamado, del otro lado de la línea escuchó la voz de
un ex Personal Civil de Inteligencia del Ejército:
-Hola
Hugo, Carlos Cenoz te habla…
-
¿Que hacés “Chino”?…
-
Quiero que estés esta noche en mi programa de televisión…
-
NO, ¡A TU PROGRAMA NO VOY!
La
respuesta del que llamaba fue cortar abruptamente la comunicación.
Hugo
Nalli estuvo en la altura ética de la circunstancia al no concurrir a sentarse
en esa mesa de “Agenda Personal” y legitimar el programa de televisión de quien
durante la peor época de la dictadura cumplió el rol de delatar a vecinos de la
ciudad de Reconquista. Programa televisivo al que sí acuden otros dirigentes
políticos y empresariales, buscando un momento de trascendencia, mientras miran
para el costado –o no miran o sí miran apoyando- aquello de la noche más negra
ocurrida en nuestra Patria entre 1976 y 1983.
Nalli
es un docente jubilado muy querido y requerido por los jóvenes y no tan jóvenes
que acuden a él en busca de su sabiduría, de su mirada histórica, de su
sencillez en la vida y en el discurso. Se puede decir en tono épico que es la
“retaguardia del pensamiento nacional en la región”.
Cenoz
fue Personal de Inteligencia del Ejército (PCI) entre 1977 y 1981. Actuaba bajo
el seudónimo de Carmelo Raúl Castromagno, y todo su legajo como informante se
encuentra en el Juzgado Federal de Reconquista en la Causa que investiga los
delitos de Lesa Humanidad cometidos en el norte santafesino. Otros que
cumplieron el mismo rol en la zona fueron Horacio Enrique Vallejos (Villa
Ocampo), Julio Adelaido Ramos (Vera) y José Luis Gil (Reconquista).
Hugo
camina diariamente por las calles de Reconquista, de Avellaneda, de la vida. Se
lo ve silencioso, pensativo, muchas veces repitiendo sin hablar oraciones de
fe, corrigiendo pifiadas… o saludando a los amigos con esa sonrisa de turquito
gardeliano. Lleva muchos años sobre sus espaldas, conoce muchas historias… y
carga con orgullo su nombre sabiendo de que es un profe’ querido, sensible,
porque el cariño de mucha gente, de sus alumnos maduros… para él significa
“agua en el desierto”. Lo hace vivir, REVIVIR, lo hace seguir.
Y
NorteAmplioDDHH quiere cerrar esta breve volviendo al título de dos palabras,
aplaudiendo el gesto porque lo esperábamos alguna vez de alguien. Las dos
juntas sintetizan todo, manifestando nuestro apoyo a ese no arrodillarse de
Hugo ante el pasado tenebroso y no prestarse a un perverso espacio de
televisión:
¡HUGO
HONESTIDAD!!!