FESTIVAL DE MUÑECOS
Jorge Miceli es
el alma mater del Festival de Títeres
que se lleva adelante desde hace 19 años en el norte santafesino.
Este
ex bancario abrazó el arte de los muñecos junto a María del Carmen Ghan
–Marita-, no sin antes participar en la década del 70 de la experiencia como
actor de teatro vocacional. En aquellos inicios a principios de la década del 80, Jorge
ocupó un cargo en Cultura Municipal como
responsable y difusor del teatro de títeres durante la gestión del Intendente Vasallo Oré.
Luego por cuestiones laborales se radicó en Córdoba donde tuvo una intensa
actividad en el rubro, siendo reconocido nacionalmente y elegido en un momento
de su carrera Secretario General de la Unión de Marionetistas de la Argentina
(UNIMA), el gremio que los agrupa. Caminó mucho la actividad junto al maestro Héctor Di Mauro, otro de los grandes de
ese oficio, sin olvidar al guía espiritual de todos: Javier Villafañe.
Viviendo
aún en Córdoba comenzó a pensar, trabajar y organizar lo que ha sido y es la
experiencia del Festival de Títeres del Norte Santafesino, convocando los
elencos que han llegado desde los más diversos lugares de la Argentina y del
exterior para hacer conocer en los territorios más insólitos de esta geografía
espectáculos brillantes. Uno puede imaginarse a chicos que nunca vieron títeres
como ocurrió en la Cuña Boscosa abriendo grande sus ojos, participando,
aplaudiendo, gritando al ver ese mundo de muñecos pero haberlo vivido es inolvidable. Eso ha ocurrido, como en
muchos otros pueblos y parajes de la región. Ver cantidad
de carros y sulkis arrastrados por caballos cargados de niños llegando desde el
interior del monte para asistir a un acto mágico en una escuela o salón comunitario hace a la historia cultural de los pueblos.
Jorge, "gruñon" y talentoso, como sus muñecos para alegría de miles |
"El héroe del pueblo"
¿Cómo se explica tanto feeling entre el niño y el títere?
le preguntó un periodista
misionero a Jorge: “El
títere es el salvoconducto que le permite al niño, en un extremo, sentirse
comprendido desde las transgresiones que el muñeco comete en la mano de un
adulto, que es el otro extremo. El títere es visto como un compinche, el héroe
del pueblo, y a diferencia de los entretenimientos con soportes tecnológicos
modernos, logra acariciar el corazón. Los títeres son la última falange de la
Resistencia que le queda a la Poesía. Y
los titiriteros somos una casta rara entre los artistas del teatro, porque si
bien somos parecidos entre nosotros, con el mismo ego de todo artista, algo nos
distingue del resto, y es que tiramos parejo del carro”
Miceli tras
sus años en Córdoba volvió a radicarse en su ciudad natal y formó otro elenco
de muñecos llamado “Libremano”. En
su mundo familiar, su hijo Luis que sigue radicado en Córdoba también es
titiritero y ha formado su compañía llamada “Los Títeres de Fábulo Vega”. Seguramente será su sucesor en la
organización del festival cuando cuelgue los guantes.
Por
este prestigiado festival, y durante todos sus años han pasado marionetistas y
titiriteros de Brasil, Cuba, Colombia, España, Chile… y de cualquier punto de
la Argentina. Entre el 6 y el 11 de mayo participan de esta 19 edición elencos de La Plata, de Posadas (Misiones), de Quilmes (Buenos Aires), de Bogotá (Colombia) y de Santiago de Chile.
La política no le es ajena al titiritero en otra faceta de su vida. Se lo ve siempre y participa. En esto y en aquello. Va y viene según el momento histórico. Cuando se encuentra uno en diálogos frente
a Miceli se coincide, se discute, se diferencia, se frunce el seño en variados temas; pero este encuentro anual con elencos, que conduce es ¡incuestionable!, y así lo entendió la sociedad, por el bien de
los niños en una comarca donde no siempre ellos, chiquititos y no tanto, tienen una
oportunidad de gozar, de reír, de asustarse, de aplaudir, con teatro de títeres de alta calidad.