UNIDOS Y ORGANIZADOS
Con los sucesos que ocurrieron en
Reconquista con motivo de los 60 años del fallecimiento de Eva Duarte de Perón –
Evita. Un texto reflexivo para el ámbito de la militancia local.
Yo asistía a la escuela y usé el luto que
mandó el gobierno y todos aceptaron la consigna. Mi madre me cosió el crespón
negro, no me acuerdo de haber reprochado el acto pero en mi casa había
distintivos dorados con el símbolo de Cristus
Vence. Como mi padre era un referente de la capilla y toda la familia
asistía a misa y estaban integrando las comisiones como la Acción Católica Argentina de hombres de
jóvenes y de niños y otras tantas reuniones que hubiera.
Un día me mandaron a la parada del colectivo
y en mi camisa blanca yo llevaba el símbolo antiperonista (aclaro que mi vida
no era de vivir en la calle más que ir a la escuela, a la capilla y a visitar
algún vecino siempre con mi hermano) por lo tanto no tuve el roce con el
contrario y ese distintivo para mí con los 10 años era una cosa natural y no un
estandarte contra un enemigo. Resultó que en la parada del colectivo vivían dos
compañeros de mi grado y hoy, después de tanto tiempo pasado me doy cuenta que
yo representaba al enemigo y en cuanto me vieron el distintivo me lo quisieron
quitar y con un ligero movimiento zafé pero el otro me quiso hacer una traba para
tirarme al piso y cuando aparece el otro yo le pongo el pie atrás y lo empujo y
cae, eso fue el comienzo de mi primera escaramuza a piñas.
Después de 60 años aquí en Reconquista parece
que siguen aquellos niños de 10 años reclamando el liderazgo y no se razona en
lo que es más importante para la unidad.
Tanto el Movimiento Evita para colocar el
busto que una vez estuvo en la plaza 9 de Julio sin informar al Partido Justicialista
y como logró el objetivo, el Secretario general regional saltó como leche hervida
defendiendo el busto que es propiedad del Partido.
Allí el abrazo al busto en el cementerio por
los representantes de una facción que no fueron capaces de llegarse hasta los
del Movimiento Evita para charlar y si era necesario un tirón de orejas por
saltar y no tener en cuenta a las autoridades.
El Movimiento Evita se quedó en sus 40 y llególe
el día y el busto quedó en el cementerio y el pilar de la Terminal de ómnibus (donde
se lo iba a trasladar) vacío. ¿Quién
perdió? ¿Quién ganó? Yo me hago la misma pregunta y contesto. Perdió la unidad
del Partido. Porque los integrantes no tienen cintura política para esquivar
esas niñerías
y así nos ven los que hoy ostentan la gestión de la ciudad.
Si queremos rescatar esa gestión debemos
reunirnos y planificar nuestros pasos a seguir. No podemos ser tan ingenuos y
esperar que el otro se equivoque para entonces nosotros pisar fuerte y ganar
elecciones.
Tenemos que estar a la altura de las
circunstancias y hacer un examen sincero de nuestras acciones y de ese modo
poder avanzar aunque más no sea para conocer las intenciones de cada uno. No
digo que esto sea fácil pero en Reconquista hay personas que no están ansiosas por obtener un puesto, pero son útiles para
moderar, para aceitar esos engranajes un poco oxidados y tomar el toro por las
astas, preparar los equipos y los tiempos para que no queden huecos donde
puedan filtrarse los descontentos, los que se abren porque “está fulano que no
me gusta” o “mengano que dijo cosas que no interpreto”, que son ofensivos a mi
persona y no voy de frente a pedir explicaciones como gente grande. Y en democracia
tomar lo válido y dejar lo trivial para una reunión de amigos.
No tener miedo de apoyar los trabajos de
otros cuando el que se beneficia es el pueblo. Son reflexiones de un compañero
que ve la única manera de fortalecer la unidad.
EQUIPO
ROJAS- SARTOR (Reconquista) 1/09/12