PRESOS
PRIVILEGIADOS
El preso por delitos de Lesa Humanidad,
Comisario Carlos Nickisch, condenado
a 18 años de prisión en el mes de agosto pasado por el Tribunal Oral Federal de
Santa Fe, fue internado ayer sábado 19 de octubre en el Sanatorio Reconquista,
desconociéndose su enfermedad. Nickisch
tras unas horas en la sala de terapia, permanece ahora en una habitación común del sanatorio con
una guardia policial relajada. Haciendo uso inclusive de un celular, hecho que
fue advertido a su custodia por el familiar de otro paciente internado.
Hace días había trascendido de fuentes
policiales que 4 de los condenados por graves delitos en la sentencia de la Causa Base Aérea Militar Reconquista
gozaban de una prisión de privilegio en la Comisaría III de la ciudad de
Avellaneda (Santa Fe) y no en la Cárcel de Las Flores de la capital provincial como estaba
previsto primariamente hasta trasladarlos a una penitenciaría federal. Ellos son el propio Nickisch y los
suboficiales Rubén Molina, Arnaldo
Neumann y Horacio Machuca. La unidad
policial de la ciudad vecina a Reconquista no está habilitada para alojar
durante prolongado tiempo a personajes como éstos que en patota policial-militar asolaron con el terror el
norte santafesino durante la última dictadura militar. Normalmente ocurre que los sentenciados por violaciones a los DDHH sean alojado en cárceles federales. La fuga de algunos de ellos puso en alerta a las autoridades y aumentaron las precauciones, cosa que aquí no se cumplen.
Para ubicar dicha ciudad a través de algún habitante conocido -para quienes no son de esta provincia-, de Avellaneda es oriundo y tiene su domicilio el senador departamental Orfilio Marcón (UCR), quien durante otra causa por amenazas a testigos DDHH y funcionarios judiciales a través de emails se mostró muy solidario con un ex PCI y ex guardia rural (José Luis Gil) condenado finalmente a 5 años de cárcel. Fue en el año 2012 y actuó entonces el mismo Tribunal Oral Federal de Santa Fe.