RADIOS COMPAÑERAS

sábado, 13 de agosto de 2016

Maulin-Pratto camino a la luz


HACIA EL FINAL DEL TUNEL


Una nueva audiencia por el caso Maulin Pratto se desarrolló en el Tribunal Oral Federal de Santa Fe. Fue el jueves 11 pasado y testimoniaron, por teleconferencia, dos genetistas que integran el Banco Nacional de Datos Genéticos; mientras que ante los jueces se sentaron el administrativo del Sanatorio Reconquista José Vidal y el periodista Raúl Borsatti. No se pudo ubicar al entonces vicepresidente de la Sociedad Anónima sanatorial, el anestesista Ángel Canaro, convocado también para la audiencia.

La abogada Cecilia Sotelo, presente en el juicio, hizo un resumen de lo vivido allí al programa radial La Mirada, de NorteAmplioDDHH.

“Desde el Concejo de la Magistratura hablaron el director del Banco Nacional de Datos Genéticos, el Dr Walter Bozzo, explicó cuál es su lugar en ese organismo, su función, el procedimiento por el cual se efectúan este tipo de investigaciones como es la recuperación de identidad de personas que han sido apropiadas durante la dictadura militar o desaparecidos; contó cómo surge el Banco Nacional de Datos Genéticos, a pedido de Abuelas, el reconocimiento que tienen; pero sustancialmente habló sobre el procedimiento que le hicieron al José Maulin Pratto, a su papá, a su mamá cuando se sospechaba que eran sus padres biológicos; la veracidad que significan este tipo de procedimiento que representan un 99,9% de probabilidades de probar su origen biológico, cotejando las muestras de sangre de sus padres y cotejan con otras personas designadas al azahar. Después prestó su testimonio la técnica en hemoterapia ( Jéssica Maggiore) que realizó la extracción de sangre en aquel momento, el procedimiento (…)

“Seguidamente testimonió el encargado de la administración del Sanatorio, Vidal, contador, que sigue trabajando junto con su hija a pedido del Sanatorio. Relató de qué forma ingresa un paciente a la institución, en cuanto a papeles; de que forma se factura cada intervención médica sobre las personas, cómo abona cada paciente; al preguntársele si el sanatorio atiende a pacientes sin obra social ya que Luisa Pratto no tenía obra social y no abonó un peso al momento del parto ya que no tenía ingresos para ir a una institución privada. De una forma no muy creíble relató que el sanatorio atiende a personas sin obras sociales y al final de la atención se le informa al paciente de qué forma abonar y que tienen clientes que nunca les han abonado por sus servicios. En la misma línea comentó que el sanatorio hace una actividad ‘muy poco rentable’, sorprendiendo no solo al público sino también al tribunal (…)

“Y por último tuvimos el testimonio de Rolo Borsatti, y es dable traer a colación de qué forma a brindado su relato, como se ha bancado en forma muy respetuosa con las preguntas que ha hecho la defensa, y hasta me produce un dolor y una profunda vergüenza sobre cómo faltan el respeto a testigos que han padecido el terror en aquella época y que ha hecho preguntas que no aportaban nada en la investigación; dejó bien claro su intención de provocar un malestar en el testigo y que seguramente va a ser valorado por el tribunal en el momento del veredicto final”

Para el próximo martes 16 de agosto se sumó una nueva audiencia con dos nuevos testigos no previstos, de apellido Peñaloza (ex jefe Registro Civil Reconquista) y el médico Leschiutta


Rosario12:

Apareció una prueba clave en el juicio para devolver la identidad al nieto 120

La mujer que lo anotó y la que firmó

Cecilia Góngora lo anotó como hijo propio a José Luis Maulín en 1977 con un certificado falso que firmó la médica Elsa Nasatsky. Ahora el fiscal descubrió una prueba clave que desmintió a las imputadas y complicó la situación de ambas en el juicio que se desarrolla.



José Luis, el nieto 120, nació en el Sanatorio Reconquista el 26 de marzo de 1977. Cecilia Góngora lo anotó como hijo propio con un certificado falso que firmó la médica Elsa Nasatsky. En el juicio por el operativo que borró la identidad del niño, las dos mujeres dijeron ante el Tribunal Oral de Santa Fe que no se conocían. Góngora declaró que "nunca tuvo trato" con su coimputada en la causa, ni siquiera después de iniciado el proceso y Nasatsky sostuvo lo mismo ante la insistencia de uno de los jueces. Una prueba que el fiscal Martín Suárez Faisal incorporó al debate en la audiencia del jueves las desmintió a las dos. Es el documento de otro bebé de Góngora que nació al año siguiente, el 31 de octubre de 1978, a las 9 y falleció a las 11. ¿Quién firmó el certificado? Nasatsky. ¿Y quién la partida de defunción? El padre de Nasastky. En el recuadro de "información relacionada con la madre", la obstetra dejó constancia de la edad de Góngora (31 años) y que había cursado "cinco embarazos" (tres fallidos y dos exitosos) en los cuales "nacieron vivos dos niños". Si el chiquito que sobrevivió dos horas, era uno de ellos ¿quién era el otro niño vivo? José Luis. La prueba complica la situación de las dos mujeres porque revela que "se conocían y mintieron", interpretó uno de los investigadores del caso consultado por Rosario/12. "Las dos ocultaron su relación, el certificado confirma que Góngora era paciente de Nasastky. Y si no tenían nada que ocultar, ¿por qué iban a mentir si se conocían o no?", se preguntó.

El Tribunal ordenó las pruebas la semana pasada, a pedido del fiscal Suárez Faisal. Solicitó al Registro Civil de Reconquista copia de todos los "certificados de nacido vivo" firmados por Nasatsky entre "enero y abril de 1977" -el lapso en el que nació José Luis- y los "certificados de nacimiento y/o defunción" de los hijos de Góngora y de su esposo fallecido, Luis Angel Segretín, "entre 1976 y 1982".



En la indagatoria, Góngora dijo que el 25 de mayo de 1976 había perdido un "embarazo de mellizos". El 26 de marzo de 1977 nació José Luis, que ella anotó como hijo propio con un certificado de Nasatsky. El 31 de octubre de 1978, tuvo "un bebé de siete meses que falleció". Y el 7 de abril de 1982, dijo que dio a luz otro niño, en su casa.

El abogado querellante Guillermo Munné le preguntó quién había atendido el parto de los mellizos, en mayo del '76, y en el del bebé de siete meses que falleció, en octubre del '78 y en ambos casos, Góngora dijo que había sido el médico Roberto Cisera, uno de los directivos del Sanatorio Reconquista. Cisera declaró en el juicio y dijo no recordar el hecho. "Puede ser, pero no lo recuerdo".

Ante la contradicción, Suárez Faisal solicitó al Tribunal que oficie al Registro Civil de Reconquista para que desarchive los "certificados de nacido vivo" que hubiera firmado Nasatsky "entre enero y abril de 1977 y los "certificados de nacimiento y/o defunción" de los hijos de Góngora-Segretín "entre 1976 y 1982". En el planteo, quedó claro que el fiscal no les creía a las imputadas. La defensa se opuso, y tenía sus razones, pero el Tribunal resolvió por mayoría y ordenó la prueba.

Los documentos llegaron al juicio esta semana. Nasastky comenzó a leerlos en la audiencia y se hundió en el legajo. Su defensor Roberto Busser parecía desencajado por la tensión cuando más tarde le tocó interrogar a un testigo de la querella, el periodista y escritor Raúl Borsatti.



Un investigador del caso sacó dos conclusiones sobre los documentos que llegaron al Tribunal:

1) Entre enero y abril de 1977, Nasastaky atendió trece partos. En marzo, fueron cuatro: dos en el Hospital de Reconquista y dos en el Sanatorio Reconquista y uno ellos era el de José Luis. Ya se sabe que los análisis genéticos revelaron en 2009 que los padres biológicos son Rubén Maulín y Luisa Pratto. En su descargo, la médica había ubicado su dificultad para recordar el caso porque en esa época "tenía mucho trabajo". Los documentos revelan que no era tanto. Los partos que atendía en el hospital los anotaba con ese domicilio y los del sanatorio escribía la dirección de su consultorio privado.

2) El otro documento que sobresale es un certificado del bebé que tuvo Góngora el 31 de octubre de 1978, un año y medio después de haber anotado a José Luis. El niño falleció a las dos horas. Góngora dijo que el médico del parto era Cisera. Al nacimiento lo certifica Nasastky y al fallecimiento, su padre, que era pediatra. Y en el ítem de "información relacionada con la madre" deja constancia que su paciente había tenido cinco partos, "de los cuales nacieron vivos dos niños". Si uno era el bebé prematuro que no sobrevivió, el otro niño es José Luis, que no es hijo de Góngora, sino de Rubén Maulín y Luisa Pratto.
Borsatti salió de la sala con ojos húmedos. Ya afuera, sus compañeros le renovaron el aplauso y los abrazos. "La verdad está cerca", le dijo uno de ellos.

Juan Carlos Tizziani -14/8/16


Los compañeros en el aguante