HACIA EL FINAL DEL
TUNEL
Una
nueva audiencia por el caso Maulin Pratto se desarrolló en el Tribunal Oral Federal
de Santa Fe. Fue el jueves 11 pasado y testimoniaron, por teleconferencia, dos
genetistas que integran el Banco Nacional de Datos Genéticos; mientras que ante
los jueces se sentaron el administrativo del Sanatorio Reconquista José Vidal y el periodista Raúl Borsatti. No se pudo ubicar al
entonces vicepresidente de la Sociedad Anónima sanatorial, el anestesista Ángel Canaro, convocado también para la
audiencia.
La
abogada Cecilia Sotelo, presente en
el juicio, hizo un resumen de lo vivido allí al programa radial La
Mirada, de NorteAmplioDDHH.
“Desde el Concejo de
la Magistratura hablaron el director del Banco Nacional de Datos Genéticos, el
Dr Walter Bozzo, explicó cuál es su lugar en ese organismo, su función, el
procedimiento por el cual se efectúan este tipo de investigaciones como es la
recuperación de identidad de personas que han sido apropiadas durante la
dictadura militar o desaparecidos; contó cómo surge el Banco Nacional de Datos
Genéticos, a pedido de Abuelas, el reconocimiento que tienen; pero
sustancialmente habló sobre el procedimiento que le hicieron al José Maulin
Pratto, a su papá, a su mamá cuando se sospechaba que eran sus padres
biológicos; la veracidad que significan este tipo de procedimiento que
representan un 99,9% de probabilidades de probar su origen biológico, cotejando
las muestras de sangre de sus padres y cotejan con otras personas designadas al
azahar. Después prestó su testimonio la técnica en hemoterapia ( Jéssica Maggiore) que realizó la
extracción de sangre en aquel momento, el procedimiento (…)
“Seguidamente
testimonió el encargado de la administración del Sanatorio, Vidal, contador, que sigue trabajando
junto con su hija a pedido del Sanatorio. Relató de qué forma ingresa un
paciente a la institución, en cuanto a papeles; de que forma se factura cada
intervención médica sobre las personas, cómo abona cada paciente; al preguntársele
si el sanatorio atiende a pacientes sin obra social ya que Luisa Pratto no tenía obra social y no abonó un peso al momento del
parto ya que no tenía ingresos para ir a una institución privada. De una forma
no muy creíble relató que el sanatorio atiende a personas sin obras sociales y al
final de la atención se le informa al paciente de qué forma abonar y que tienen
clientes que nunca les han abonado por sus servicios. En la misma línea comentó
que el sanatorio hace una actividad ‘muy poco rentable’, sorprendiendo no solo
al público sino también al tribunal (…)
“Y por último tuvimos
el testimonio de Rolo Borsatti, y es
dable traer a colación de qué forma a brindado su relato, como se ha bancado en
forma muy respetuosa con las preguntas que ha hecho la defensa, y hasta me
produce un dolor y una profunda vergüenza sobre cómo faltan el respeto a
testigos que han padecido el terror en aquella época y que ha hecho preguntas
que no aportaban nada en la investigación; dejó bien claro su intención de
provocar un malestar en el testigo y que seguramente va a ser valorado por el
tribunal en el momento del veredicto final”
Para
el próximo martes 16 de agosto se sumó una nueva audiencia con dos nuevos
testigos no previstos, de apellido Peñaloza (ex jefe Registro Civil
Reconquista) y el médico Leschiutta
Rosario12:
Apareció
una prueba clave en el juicio para devolver la identidad al nieto 120
La mujer que lo anotó
y la que firmó
Cecilia Góngora lo
anotó como hijo propio a José Luis Maulín en 1977 con un certificado falso que
firmó la médica Elsa Nasatsky. Ahora el fiscal descubrió una prueba clave que
desmintió a las imputadas y complicó la situación de ambas en el juicio que se
desarrolla.
José
Luis, el nieto 120, nació en el Sanatorio Reconquista el 26 de marzo de 1977.
Cecilia Góngora lo anotó como hijo propio con un certificado falso que firmó la
médica Elsa Nasatsky. En el juicio por el operativo que borró la identidad del
niño, las dos mujeres dijeron ante el Tribunal Oral de Santa Fe que no se conocían.
Góngora declaró que "nunca tuvo trato" con su coimputada en la causa,
ni siquiera después de iniciado el proceso y Nasatsky sostuvo lo mismo ante la
insistencia de uno de los jueces. Una prueba que el fiscal Martín Suárez Faisal
incorporó al debate en la audiencia del jueves las desmintió a las dos. Es el
documento de otro bebé de Góngora que nació al año siguiente, el 31 de octubre
de 1978, a las 9 y falleció a las 11. ¿Quién firmó el certificado? Nasatsky. ¿Y
quién la partida de defunción? El padre de Nasastky. En el recuadro de
"información relacionada con la madre", la obstetra dejó constancia
de la edad de Góngora (31 años) y que había cursado "cinco embarazos"
(tres fallidos y dos exitosos) en los cuales "nacieron vivos dos
niños". Si el chiquito que sobrevivió dos horas, era uno de ellos ¿quién
era el otro niño vivo? José Luis. La prueba complica la situación de las dos
mujeres porque revela que "se conocían y mintieron", interpretó uno
de los investigadores del caso consultado por Rosario/12. "Las dos
ocultaron su relación, el certificado confirma que Góngora era paciente de
Nasastky. Y si no tenían nada que ocultar, ¿por qué iban a mentir si se
conocían o no?", se preguntó.
El
Tribunal ordenó las pruebas la semana pasada, a pedido del fiscal Suárez
Faisal. Solicitó al Registro Civil de Reconquista copia de todos los
"certificados de nacido vivo" firmados por Nasatsky entre "enero
y abril de 1977" -el lapso en el que nació José Luis- y los
"certificados de nacimiento y/o defunción" de los hijos de Góngora y
de su esposo fallecido, Luis Angel Segretín, "entre 1976 y 1982".
En
la indagatoria, Góngora dijo que el 25 de mayo de 1976 había perdido un
"embarazo de mellizos". El 26 de marzo de 1977 nació José Luis, que
ella anotó como hijo propio con un certificado de Nasatsky. El 31 de octubre de
1978, tuvo "un bebé de siete meses que falleció". Y el 7 de abril de
1982, dijo que dio a luz otro niño, en su casa.
El
abogado querellante Guillermo Munné le preguntó quién había atendido el parto
de los mellizos, en mayo del '76, y en el del bebé de siete meses que falleció,
en octubre del '78 y en ambos casos, Góngora dijo que había sido el médico
Roberto Cisera, uno de los directivos del Sanatorio Reconquista. Cisera declaró
en el juicio y dijo no recordar el hecho. "Puede ser, pero no lo
recuerdo".
Ante
la contradicción, Suárez Faisal solicitó al Tribunal que oficie al Registro
Civil de Reconquista para que desarchive los "certificados de nacido
vivo" que hubiera firmado Nasatsky "entre enero y abril de 1977 y los
"certificados de nacimiento y/o defunción" de los hijos de
Góngora-Segretín "entre 1976 y 1982". En el planteo, quedó claro que
el fiscal no les creía a las imputadas. La defensa se opuso, y tenía sus
razones, pero el Tribunal resolvió por mayoría y ordenó la prueba.
Los
documentos llegaron al juicio esta semana. Nasastky comenzó a leerlos en la
audiencia y se hundió en el legajo. Su defensor Roberto Busser parecía
desencajado por la tensión cuando más tarde le tocó interrogar a un testigo de
la querella, el periodista y escritor Raúl Borsatti.
Un
investigador del caso sacó dos conclusiones sobre los documentos que llegaron
al Tribunal:
1)
Entre enero y abril de 1977, Nasastaky atendió trece partos. En marzo, fueron
cuatro: dos en el Hospital de Reconquista y dos en el Sanatorio Reconquista y
uno ellos era el de José Luis. Ya se sabe que los análisis genéticos revelaron
en 2009 que los padres biológicos son Rubén Maulín y Luisa Pratto. En su
descargo, la médica había ubicado su dificultad para recordar el caso porque en
esa época "tenía mucho trabajo". Los documentos revelan que no era
tanto. Los partos que atendía en el hospital los anotaba con ese domicilio y
los del sanatorio escribía la dirección de su consultorio privado.
2)
El otro documento que sobresale es un certificado del bebé que tuvo Góngora el
31 de octubre de 1978, un año y medio después de haber anotado a José Luis. El
niño falleció a las dos horas. Góngora dijo que el médico del parto era Cisera.
Al nacimiento lo certifica Nasastky y al fallecimiento, su padre, que era
pediatra. Y en el ítem de "información relacionada con la madre" deja
constancia que su paciente había tenido cinco partos, "de los cuales
nacieron vivos dos niños". Si uno era el bebé prematuro que no sobrevivió,
el otro niño es José Luis, que no es hijo de Góngora, sino de Rubén Maulín y
Luisa Pratto.
Borsatti salió de la
sala con ojos húmedos. Ya afuera, sus compañeros le renovaron el aplauso y los
abrazos. "La verdad está cerca", le dijo uno de ellos.
Juan Carlos Tizziani
-14/8/16
Los compañeros en el aguante |