IDENTIDAD y CAPAS GEOLÓGICAS
Estamos en el salón de clases, las dos somos profesoras. Ella de Lengua y Literatura yo
de Historia. Las estudiantes presentes, aspirantes a docente de nivel primario,
ni un solo varón en la jaula (perdón, en “el aula”) Parece mentira, estamos ya
en pleno siglo 21 sin embargo los mandatos sociales de siglos pasados siguen
vigentes en Reconquista. A pesar de los altos niveles de desocupación los
varones casi no vienen a formarse para desempeñar esta profesión.
Pero
no es de la desigualdad de género de lo que quiero hablar, ni del hecho que
ella, la profe de lengua, es una de las orgullosas defensoras del idioma
castellano y las correctas y bonitas formas de su gramática. Que, por supuesto
se opone, asqueada, a la utilización del “lenguaje inclusivo”. Al que considera
un engendro de mal gusto, inútil, ridículo y sin sentido. Peeero que en el
fondo y muuuuy en el fondo respeta a aquellos individuos que eligen,
alegremente, utilizarlo.
No,
no es de esto de lo que quiero hablar. El asunto es la identidad y la
construcción de esa identidad. Antes de adentrarme en el caso quisiera señalar
que la profesora de lengua es una profesional exquisita y excelsa en su
materia. Me gusta la literatura y me deleito con el arte de la palabra, por eso,
pienso que soy capaz de apreciar a una buena profesora de lengua y literatura.
Ella es una de esas. Apasionada, experta, exigente, detallista, sabe explicar
maravillosamente. Por eso es totalmente lícito cualquier exigencia de su parte.
La admiro y me entusiasmo escuchando sus clases.
No
obstante, con la cuestión de la identidad ella padece de un mal del cual todes adolecemos.
Algunes más que otres. Ella es un caso serio.
Esta
noche tenemos la oportunidad de discurrir sobre este asunto. Una de las
estudiantes trae a corregir un texto escolar descriptivo y explicativo sobre América
Latina. Ambas ponemos a funcionar nuestro mejor ojo analítico desde nuestras respectivas
disciplinas y nos aplicamos al escrutinio.
En
una parte el texto dice:
“Su historia, su población, sus lenguas y su cultura están muy
ligadas a la colonización europea, aunque las poblaciones indígenas que han
habitado el continente durante siglos tienen un papel muy importante. Como
resultado tenemos uno de los continentes más diversos e interesantes en
aspectos culturales.”
Y un poco más adelante
agrega: “Todos
sus países beneficiados por la fuerte migración europea”.
Me vi en la necesidad de señalar que en
aquellos fragmentos se apreciaba un marcado eurocentrismo. Las caras de mis
interlocutoras mostraban un cierto desconcierto. Entonces aclare la voz y
procedí a leer el texto del siguiente modo:
El texto indica que la historia, población, lenguas y culturas (en América Latina) están
(en primer lugar) MUY
LIGADAS a la colonización EUROPEA, “AUNQUE” (muy
a “nuestro pesar”, además en segundo lugar) las
poblaciones indígenas que HAN HABITADO el continente (Y QUE AHORA YA NO LO HABITAN GRACIAS A QUE LLEGAMOS NOSOTROS
Y LAS REEMPLAZAMOS) durante siglos (que es una mentira descarada, ya que se cuenta en miles
de años el tiempo en que los pueblos indígenas están habitando el continente.
Somos los europeos quienes hemos invadido y usurpado el territorio tan solo por
un par de siglos. No representamos más que un abrir y cerrar de ojos en la
milenaria historia de América Latina) tienen un
papel muy importante. En realidad un papel
de “reparto” que “NOSOTROS” les damos, de generosos que somos para que
“también” participen de esta extraordinaria y ÉPICA GESTA DE COLONIZACION DEL
CONTINENTE AMERICANO, que por supuesto es una obra de “nuestra autoría” Y
para rematar aclara, Como resultado “tenemos”, ¿Quiénes? ¿Los europeos? ¿Los americanos?
¿La humanidad? ¿Quiénes tienen?, uno de los continentes
más diversos. Sí, porque el “nuestro” es
decir nuestro continente europeo no es “diverso”. ¡¡No señor!! “Eso” es una especie de deformación o
debilidad. No, nosotros somos “homogéneos”, toditos europeos, hombres blancos,
arios, caucásicos, cristianos, católicos, rubios y de ojos azules…limpitos) e interesantes en aspectos culturales. Si, digamos en asuntos decorativos. A los indios, les gusta
hacer colorinche en sus artesanías…que son “diversas e interesantes”. Pero que
quede claro, en los asuntos trascendentes: ECONOMIA, ORGANIZACION TERRITORIAL,
ADMINISTRACIÓN DE RECURSOS NATURALES Y HUMANO, “nosotros” diseñamos esas
estructuras. Ellos no pueden, son como niños, por eso “nosotros” les ayudamos y
en forma de retribución…NOS QUEDAMOS CON JUGOSAS GANANCIAS. Además, ellos no
saben invertir, gastan en pavadas…en droga. En fin, es mejor (para “nosotros”)
que sea así.
Es hora de explicar éste curioso
procedimiento, tiene que ver con tratar de leer el meta-mensaje. Tan importante
como poder leer y comprender lo que está escrito es poder percibir lo que NO
ESTA ESCRITO, y que sin embargo subyace y le da sentido a las palabras que como
las puntas de un iceberg emergen en la superficie de la hoja.
El otro fragmento que también aparté nos
dice que: Todos sus países (fueron) BENEFICIADOS por la fuerte migración europea. Cabe preguntarnos, ¿quién puede decir esto?,
¿quién puede hacer semejante afirmación? Rápidamente viene la respuesta, “un europeo”. POR ESO EL TEXTO ES EUROCÉNTRICO, ESTÁ ESCRITO DESDE LA SUPERIORIDAD EUROPEA. El emisor no
es tampoco un europeo cualquiera; es uno que se siente superior a todos los
otros pueblos del mundo, por eso él y su “RAZA” es y será un “beneficio”
para el pedazo de tierra donde se encuentre.
La estudiante me miró entre
sorprendida y avergonzada, quizás un poco más desconcertada que antes,
intentando justificar (algo) dice:
--Pero este texto lo copie tal cual de un manual Kapelusz de 7mo
grado.
Mi coequiper, parecía estar
un tanto incómoda. La gramática del texto era sin duda impecable y Kapelusz es
una editorial de gran renombre y prestigio. Fiel herramienta de la maestra
argentina que se precie de tal.
--¿Qué está pasando aquí? ¡¡¡Por Dios, que alguien me lo explique!!!
Era lo que demandaban ambas, pero guardaron silencio.
Me rasqué la cabeza y
comencé a pensar en voz alta: Aquí, el asunto es tratar de distinguir en qué
posición nos ubicamos nosotras, se trata de indagar en nuestra identidad. ¿Nos
sentimos europeas o americanas? Cuando nos identificamos con Europa sostenemos un
relato eurocéntrico, lo naturalizamos y lo repetimos hasta el cansancio. Pero cuando nos
identificamos como americanas, nos ponemos críticas, estudiamos cada palabra y
de repente sentimos que este texto no nos pertenece, nos es ajeno. Incluso
podemos llegar a sentir que nos ofende. De golpe y porrazo, palpamos nuestra
opresión. Y somos libres por un instante.
Pero es tan fea la opresión
y son tan pesados los ríos de tinta que han corrido por nuestras espaldas que
no queremos ser “eso”: “Americanes” que deberíamos ahora, asumir la resistencia
como nuestres antepasades lo hicieron antes.
Un chasquido, nos trae de
vuelta al salón, la profe de lengua, con sus ojos super abiertos y expresivos,
como queriendo comprender… reflexiona, a su vez, en vos alta.
--Si, sí. Somos americanas, pero yo soy también descendiente de
europeos…es más…creo que en mi genealogía no hay sangre nativa…entonces ¿¿yo???
Y la perplejidad llenó el espacio.
--Bien, es cierto que en suelo americano hay muchas personas que son
descendientes de europeos, del mismo modo que en Europa hay descendientes de
europeos. ¿Cuál es la diferencia?
-- Que ellos nacieron allá y nosotros acá. Titubea la profe,
pensativa.
--Entonces, aquelles que no se sienten americanes y se identifican
con Europa deberían irse a vivir allá, concluyo desafiante. El problema es que
allá, por más blanquitos que sean los tratarían de “sudacas”. De ese modo,
terminarían siendo unos vagabundos identitarios… “no soy de aquí ni soy de
allá” (como canta Cabral)
La solución a este problema
quizás sería, y aquí viene lo de las capas geológicas, construir la identidad como
si de capas se tratara. Un núcleo caliente y líquido rodeado del manto y luego
de la corteza. Amorosas capas de diversos espesores y texturas. |
Docencia y compromiso |
Todes les nacides en el
continente americano que deseamos ser
americanes deberíamos hundir nuestras raíces hasta alcanzar el núcleo, absorber el magma americano,
milenario, paleolítico. Asumir el
núcleo, su historia, su cultura, sus valores espirituales, su dignidad,
su autonomía, su grandeza, su magnificencia. Una vez, bien centrados, ubicados
en ABYA YALA, con el corazón caliente y palpitantemente líquido, comenzar a
depositar una por una las siguientes capas. Capas que en cada une tendrán
distintos espesores y texturas.
Forjando de esta manera, una
identidad americana enriquecida con el aporte europeo, africano, asiático… para
seguir siendo tanto en el presente como en el futuro una sociedad digna, libre
y soberana.
Suena el timbre, la portera aparece como por arte de magia, se
sierran las ventanas…la última apaga la luz.
Prof. Carmen Sanabria
Docente de alumnos secundarios y terciarios- Reconquista