Norberto
Habegger: Cristiano, Descamisado, Montonero
El
libro, escrito por Flora Castro, su ex compañera, y el hijo de ambos en
colaboración con Ernesto Salas narra la historia de vida del militante
desaparecido en 1978.
Por Lidia Fagale
En “Norberto
Habegger: Cristiano, Descamisado, Montonero” de reciente edición, convergen
las tres vertientes principales que marcan el pensamiento de Habegger y el
recorrido que lo llevará a no perder su identidad cristiana y optar por una de
las alternativas de lucha en la causa revolucionaria argentina y
latinoamericana. Entre sus múltiples oficios, también existió por necesidad y
por origen el periodismo deportivo. No era para menos, había nacido en
Arrecifes, la ciudad del automovilismo. Flora Castro, su ex compañera y
madre del hijo de ambos, Andrés Camilo, con la colaboración de Ernesto
Salas han escrito este libro que recorre la vida militante de
Norberto, truncada en 1978 en el aeropuerto de Río de Janeiro, víctima del
Plan Cóndor, a los 37 años. "En
realidad, dice Flora refiriéndose al sentido del libro, ha sido una necesidad
personal como compañera de Norberto y a la vez militante, pero fundamentalmente
una necesidad política, por la vigencia, según mi interpretación, de
algunos conceptos de los que partía Norberto y que explican el sentido de su
militancia. El libro apunta a revalorizar la política, en una etapa
del mundo en la que se intenta todo lo contrario. Tardé prácticamente ocho
años en lograr su publicación. Felizmente editorial Colihue me ha dado esta
posibilidad y yo he superado el miedo producto del exilio forzado en México, de
mi secuestro antes de la partida obligada y de la separación provisoria de
Norberto, por el terror que se había instalado en el país."
El libro comienza explicando que va a relatarse la historia de una paradoja determinada por la existencia de cristianos comprometidos con las causas revolucionarias y antidictatoriales de América Latina, donde se ubica la militancia de Norberto. Pero esa lucha se da en el marco de una jerarquía que estaba totalmente comprometida con el sostenimiento del orden. "Y esta realidad está aún vigente", agrega Flora, quien cree que el libro salda una deuda con la historia militante de los grupos cristianos de nuestro país. "Los que fueron organizados por Norberto y otros tantos jóvenes -dice- provenían de la democracia cristiana y yo considero que no han sido estudiados profundamente. Hasta ahora encontramos escasas referencias o menciones y evaluamos que era necesario aclarar algunas tergiversaciones que han signado a lo largo de los años el origen de los miembros del Grupo Descamisados, de corte movimientista y abocado al trabajo territorial, creado por Norberto, Horacio Mendizábal, Oscar De Gregorio y otros. El libro hace un recorrido de la militancia y la evolución política de Norberto desde la democracia cristiana hasta las opciones revolucionarias dentro del movimiento peronista, junto con las razones de su adhesión a dicho movimiento. Tal vez su vida sirva para ejemplificar aún más algunos aspectos negados de lo que fue el compromiso de muchos cristianos con la causa revolucionaria argentina y latinoamericana y las alternativas que para algunos se pusieron en juego cuando entraron a formar parte de las guerrillas. Ese recorrido de Norberto se puede leer también en sus escritos y documentos que nosotros seleccionamos para orientar la lectura a lo más esencial de su pensamiento."
El libro habla también del contexto particular que se da en Latinoamérica a partir de los efectos del Concilio Vaticano II de 1959 y de cómo esta convocatoria incide en Habegger. Flora dice que ese fue el hecho más relevante de la historia de los católicos durante el siglo XX. Además, ese mismo año se produce la Revolución Cubana "y algunos consideraron que la Iglesia debía reconciliarse con la modernidad y tener en cuenta la cuestión social como freno a las ideas comunistas. Algunos le adjudican esta razón a la iniciativa de Juan XXIII."
Los últimos años de Norberto en la juventud demócrata cristiana fueron muy intensos. Se produjeron varios encuentros que fueron definiendo, a su vez, líneas de pensamiento en consonancia con los cambios que proponía el Concilio Vaticano II. "Por ejemplo, señala Flora, uno de los documentos, decía que los jóvenes estaban llamados a asumir su compromiso como generación. A la luz de los acontecimientos posteriores que los tendrían como protagonistas, no deja de llamar la atención que propusieran el cambio revolucionario de las estructuras de poder capitalistas, la modificación del régimen de la propiedad privada, del marco político-jurídico, del ámbito educacional-cultural, etcétera. Para los jóvenes cristianos la construcción de la nueva sociedad debía tener como centro la personalización del hombre, una sociedad en que "la comunidad fraternal sea una realidad en crecimiento". En esencia, "liquidar la odiosa e injusta división de trabajadores y capitalistas, marchando hacia una sociedad sin clases".
El pensamiento de Norberto encuentra en la lucha armada una opción para combatir las estructuras de poder capitalistas. Según lo explica Flora, inicialmente se produce la aceptación del fenómeno peronista como conciencia histórica de la clase obrera y esto envolvió a grupos católicos revolucionarios, entre ellos a los miembros de los miembros de El Descamisado, que practican un periodismo militante a la vez que colaboran en distintas publicaciones de la época. "El sentido de su compromiso y lucha ?agrega? se explican a lo largo de las 297 páginas del libro, así como su opción por la lucha armada, integrándose a Montoneros. El libro cierra con una carta al episcopado argentino escrita por Habegger meses antes de su secuestro en agosto de 1978. Hay que leerla y difundirla porque sigue teniendo mucha vigencia lo que allí se dice. Y abre con un texto de Andrés, nuestro hijo, actual director de cine, que a manera de epílogo, lo recuerda a partir de una foto en Teotihuacan, México. Lugar donde Andrés regresa años después y, ante la ausencia del padre, se toma una foto solo. Atrás permanece eterna la pirámide del sol como la memoria."
Habegger fue autor también del libro “Camilo Torres, el cura guerrillero”, un ejemplo paradigmático del sincretismo entre cristianismo y marxismo que él tanto admiraba. Según relata Flora, él había viajado a Colombia y había quedado impactado, "enamorado" de los pensamientos de Camino Torres, cuya práctica política y social se puede inscribir en lo que años después se conocería como Teología de la Liberación. "Escribió el libro gracias a la ayuda de sus compañeros del Banco Nación, donde trabaja como dactilógrafo, yo también colaboro revisando textos”, explica Flora. Gracias a Jauretche, lo publica en 1967. En sus análisis y escritos ya se avizora la influencia del análisis marxista para entender la realidad."
El libro comienza explicando que va a relatarse la historia de una paradoja determinada por la existencia de cristianos comprometidos con las causas revolucionarias y antidictatoriales de América Latina, donde se ubica la militancia de Norberto. Pero esa lucha se da en el marco de una jerarquía que estaba totalmente comprometida con el sostenimiento del orden. "Y esta realidad está aún vigente", agrega Flora, quien cree que el libro salda una deuda con la historia militante de los grupos cristianos de nuestro país. "Los que fueron organizados por Norberto y otros tantos jóvenes -dice- provenían de la democracia cristiana y yo considero que no han sido estudiados profundamente. Hasta ahora encontramos escasas referencias o menciones y evaluamos que era necesario aclarar algunas tergiversaciones que han signado a lo largo de los años el origen de los miembros del Grupo Descamisados, de corte movimientista y abocado al trabajo territorial, creado por Norberto, Horacio Mendizábal, Oscar De Gregorio y otros. El libro hace un recorrido de la militancia y la evolución política de Norberto desde la democracia cristiana hasta las opciones revolucionarias dentro del movimiento peronista, junto con las razones de su adhesión a dicho movimiento. Tal vez su vida sirva para ejemplificar aún más algunos aspectos negados de lo que fue el compromiso de muchos cristianos con la causa revolucionaria argentina y latinoamericana y las alternativas que para algunos se pusieron en juego cuando entraron a formar parte de las guerrillas. Ese recorrido de Norberto se puede leer también en sus escritos y documentos que nosotros seleccionamos para orientar la lectura a lo más esencial de su pensamiento."
El libro habla también del contexto particular que se da en Latinoamérica a partir de los efectos del Concilio Vaticano II de 1959 y de cómo esta convocatoria incide en Habegger. Flora dice que ese fue el hecho más relevante de la historia de los católicos durante el siglo XX. Además, ese mismo año se produce la Revolución Cubana "y algunos consideraron que la Iglesia debía reconciliarse con la modernidad y tener en cuenta la cuestión social como freno a las ideas comunistas. Algunos le adjudican esta razón a la iniciativa de Juan XXIII."
Los últimos años de Norberto en la juventud demócrata cristiana fueron muy intensos. Se produjeron varios encuentros que fueron definiendo, a su vez, líneas de pensamiento en consonancia con los cambios que proponía el Concilio Vaticano II. "Por ejemplo, señala Flora, uno de los documentos, decía que los jóvenes estaban llamados a asumir su compromiso como generación. A la luz de los acontecimientos posteriores que los tendrían como protagonistas, no deja de llamar la atención que propusieran el cambio revolucionario de las estructuras de poder capitalistas, la modificación del régimen de la propiedad privada, del marco político-jurídico, del ámbito educacional-cultural, etcétera. Para los jóvenes cristianos la construcción de la nueva sociedad debía tener como centro la personalización del hombre, una sociedad en que "la comunidad fraternal sea una realidad en crecimiento". En esencia, "liquidar la odiosa e injusta división de trabajadores y capitalistas, marchando hacia una sociedad sin clases".
El pensamiento de Norberto encuentra en la lucha armada una opción para combatir las estructuras de poder capitalistas. Según lo explica Flora, inicialmente se produce la aceptación del fenómeno peronista como conciencia histórica de la clase obrera y esto envolvió a grupos católicos revolucionarios, entre ellos a los miembros de los miembros de El Descamisado, que practican un periodismo militante a la vez que colaboran en distintas publicaciones de la época. "El sentido de su compromiso y lucha ?agrega? se explican a lo largo de las 297 páginas del libro, así como su opción por la lucha armada, integrándose a Montoneros. El libro cierra con una carta al episcopado argentino escrita por Habegger meses antes de su secuestro en agosto de 1978. Hay que leerla y difundirla porque sigue teniendo mucha vigencia lo que allí se dice. Y abre con un texto de Andrés, nuestro hijo, actual director de cine, que a manera de epílogo, lo recuerda a partir de una foto en Teotihuacan, México. Lugar donde Andrés regresa años después y, ante la ausencia del padre, se toma una foto solo. Atrás permanece eterna la pirámide del sol como la memoria."
Habegger fue autor también del libro “Camilo Torres, el cura guerrillero”, un ejemplo paradigmático del sincretismo entre cristianismo y marxismo que él tanto admiraba. Según relata Flora, él había viajado a Colombia y había quedado impactado, "enamorado" de los pensamientos de Camino Torres, cuya práctica política y social se puede inscribir en lo que años después se conocería como Teología de la Liberación. "Escribió el libro gracias a la ayuda de sus compañeros del Banco Nación, donde trabaja como dactilógrafo, yo también colaboro revisando textos”, explica Flora. Gracias a Jauretche, lo publica en 1967. En sus análisis y escritos ya se avizora la influencia del análisis marxista para entender la realidad."