Frente
Gremial “4 de Abril”:
En torno al caso Luis Gil
En los próximos días se conocerá la sentencia del juicio
por amenazas a testigos y querellantes de causas de delitos de lesa humanidad
en el norte provincial que se está llevando adelante en el Tribunal Oral de
la ciudad de Santa Fe. Las amenazas, firmadas por “La Hermandad”, se realizaron
vía e-mail y alcanzaron a diversas personas: militantes de DDHH, funcionarios
judiciales ligados a la causa 050, docentes, etc. Por ello, y por tratarse del
primer juicio por amenazas de este tipo en todo el país, los medios de
comunicación le han dado cierta relevancia al tema. La cuestión que deseamos
plantear es, justamente, la de las referencias que se realizan respecto del
principal imputado en la causa, José Luis Gil: se trata de un policía retirado
de la Guardia Rural “Los Pumas”, quien durante la última dictadura militar
desplegó actividades en el centro de “Santa Felicia”, reconocido como centro
clandestino de detención por varios ex-detenidos, además de desempeñarse en
esos años como Personal Civil de Inteligencia del Ejército –según la lista que
el mismo Ejército entregó en 2009 a la ministra de Defensa Nilda Garré–.
Pero el imputado, además, desarrolló actividades como docente
en diversas escuelas secundarias de Reconquista. En esa función desplegó una
práctica tan autoritaria como intimidadora. Muchos son los que recuerdan el
miedo que producía cuando ingresaba a un curso, la manipulación de la conducta
de los alumnos, abusos que rayaban en el delirio –como por ejemplo, el de sacar
un arma y apoyarla en su escritorio mientras desarrollaba sus clases–, el acoso
y maltrato a docentes que osaban contradecirlo. Varias fueron las denuncias
realizadas, pero pocas las autoridades que tomaron medidas concretas. Finalmente,
gracias a la valiente gestión de un grupo de compañeras comprometidas con la
democracia y la justicia, Gil fue investigado, cesanteado y –hace unos años–
exonerado por un decreto del entonces gobernador Hermes Binner.
Como Frente Gremial “4 de Abril” –Departamento
General Obligado- queremos hacer una observación acerca de cómo algunos medios
de comunicación referencian a este personaje nefasto de nuestro medio. Las
constantes alusiones al mismo como “profesor Gil”, “docente Gil”, etc. no hacen
más que colocarlo en un lugar simbólico y referencial para esta comunidad de
Reconquista que no merece ni le corresponde, dado que fue exonerado de la tarea
docente.
Entendemos por ello que la mención en
referencia al imputado debiera ser como “policía rural”, “PCI”, “puma”,
“represor”, etc., ya que son ellas las que le corresponden por el lugar y el
papel que cumplió en nuestra sociedad
y del cual jamás se arrepintió o desdijo, y desde el cual jamás tampoco
colaboró con la Justicia en el esclarecimiento de los delitos de lesa humanidad
que asolaron nuestro país y región en épocas oscuras.