Memoria, Verdad y Justicia en el Norte Santafesino

sábado, 20 de agosto de 2016

ALEGATOS MAULIN PRATTO



MIERCOLES PARA EL FISCAL

En el comienzo de la etapa final del caso Maulin Pratto, por la apropiación ilegal de un menor en 1977, que se juzga en el Tribunal Oral Federal de Santa Fe, y luego de algunas dudas informativas, se ha confirmado que el miércoles 24 de agosto luego de la presentación de elementos probatorios comenzarán los alegatos y ese día lo hará el fiscal federal Dr. Martín Suarez Faisal. Un abogado que ha demostrado en los dos juicios   anteriores de Lesa Humanidad, relacionados con el norte santafesino (Causa Gil-amenazas y Base Aérea) mucha solidez y eficiencia en la acusación.


En la semana siguiente, 31 de agosto, el turno corresponderá a los abogados querellantes Lucila Puyol y Guillermo Munné (HIJOS- Santa Fe). Luego será el turno de los defensores de las imputadas Cecilia Góngora y Elsa Nasatsky. El tercero de esta historia fue el Comodoro Danilo Sambuelli, fallecido, sumado al Sanatorio Reconquista donde ocurrió el hecho y que en las testimoniales se ventilara toda esa estructura sanitaria en aquel año de impunidad.

El Tribunal está presidido por el Dr. José Escobar Cello, acompañados por los jueces María Ivon Vella y Luciano Lauría.

Rosario 12:

Dos imputadas más complicadas

Por el nieto 120


El Tribunal Oral de Santa Fe amplió esta semana las indagatorias a las dos imputadas por el operativo que borró la identidad al nieto 120, José Luis Maulin, en marzo de 1977, en el Sanatorio Reconquista. Cecilia Góngora que lo anotó como hijo propio con un certificado falso que firmó la médica Elsa Nasatsky se puso mano de los jueces. "Ustedes sabrán qué van a hacer conmigo", les dijo. Mientras que la obstetra reconoció su firma en otra prueba que la dejó al descubierto. Las dos mujeres habían dicho que no se conocían, pero el fiscal Martín Suárez Faisal descubrió que en octubre de 1978, un año y medio después del primer hecho, Nasatsky firmó el certificado de nacimiento de un hijo prematuro de Góngora y dejó constancia que su paciente había dado a luz a dos "niños vivos", así que si uno era ese bebé que sobrevivió dos horas, el otro era José Luis. El presidente del Tribunal, José María Escobar Cello pidió que le exhibieran ese certificado que encontró el fiscal. "¿Es su firma?". "Si", contestó Nasatsky, quien también admitió que en esos años '77 y '78 ella era dueña de "acciones" del Sanatorio Reconquista que vendió en 2009, cuando se inició la investigación penal para devolver el nombre a José Luis y los análisis genéticos revelaron que es hijo biológico de Rubén Maulin y Luisa Pratto. "Dejé de trabajar y no entré más al sanatorio", confesó Nasatsky.



En la audiencia de esta semana declararon por video conferencia el médico Amadeo Leschiutta y el ex jefe del Registro Civil de Reconquista, Ernesto Peñaloza, quien reconoció su firma en la partida de nacimiento de José Luis, que Góngora anotó como hijo propio y de su esposo fallecido Luis Angel Segretín, el 6 de abril de 1977.

Después, las dos imputadas ampliaron las indagatorias. Góngora dijo que sólo iba a decir "algunas cositas". Insistió que José Luis "nunca dejó de ir al colegio", que lo había criado "sin maltratos, como pude" y que no se separó "en ningún momento" de él y ni de sus otros hijos adoptados. "Lo demás, queda a criterio de cada uno. Tengo la conciencia tranquila, espero el veredicto final. Ustedes sabrán qué van a hacer conmigo", les dijo a los jueces Escobar Cello, María Ivón Vella y Luciano Lauría.



Nasatsky arrancó como en la primera indagatoria, dijo que no contestaría preguntas del fiscal ni de los abogados querellantes Lucila Puyol y Guillermo Munné, que representan a los padres biológicos de José Luis.

El presidente del Tribunal pidió que le exhibieran la prueba que Suárez Faisal incorporó al juicio la semana pasada. Es un certificado que firmó Nasatsky el 31 de octubre de 1978, un año y medio después del primer hecho, que certifica el nacimiento de un bebé prematuro de Góngora y acredita que su paciente había tenido dos "niños vivos", con lo cual si uno era el bebé que sobrevivió dos horas, el otro es José Luis.

-¿Es su firma? -preguntó Escobar Cello.

-Si -reconoció Nasatsky.

-¿La señora Góngora era su paciente? -insistió el juez.

Nasatsky esquivó la respuesta. En el juicio, Góngora había dicho que no conocía a la médica y que en el parto del '78 la atendió el doctor Roberto Cisera, pero éste dijo no recordarlo. "Puede ser, pero no lo recuerdo". Nasatsky dijo que Góngora había llegado al sanatorio con hemorragia. "El doctor Cisera tuvo que asistirla porque era una cesárea de alto riesgo. Una urgencia. Trabajamos en equipo", reveló la médica. "Casi con seguridad, yo intervine en el acto. Sí, yo estuve presente".

Escobar Cello quiso saber por qué al certificado de nacido vivo lo firmó Nasatsky y no Cisera. "Podía firmar cualquiera de los dos", explicó la médica. "Había una urgencia, el niño murió (dos horas después del parto) y había que enterrarlo. Yo podía firmar, funcionábamos como equipo".

-¿Firmó usted?

-Firmé yo. Yo estuve en el acto.

El abogado defensor Roberto Busser le planteó si era posible verificar si la paciente era Góngora.

-¿Si yo la veía? -repreguntó Nasatksy.

-Si.

-Si hubiera sido una paciente mía, me hubiera dicho algo -contestó Nasatsky.

Las dudas escalaron cuando Escobar Cello preguntó si en el parto del '78, Nasatsky había consultado la historia clínica de Góngora, por el nacimiento de José Luis, en el '77. La médica ensayó un rodeo, pero no respondió. En el parto del '77, la madre biológica es Luisa Pratto, pero Nasastky extendió el certificado a nombre de Góngora y dejó constancia que era su primer hijo. Pratto ya tenía dos niños, José Luis era el tercero.

Juan Carlos Tizziani