EN EL NOMBRE DEL PADREMEMORIA
LIBERADORA En
el último sabatino del semanario LA MIRADA (año XXIV-Radio
pública “Ciudad”-88.1-Reconquista) con ayuda de Radio
Bicentenario nos ocupamos de trasmitir en vivo la presentación
de una nueva edición de la revista “Añamembuí”,
dirigida por el Profesor LUCIANO SÁNCHEZ. Fue en el marco de la Feria
del Libro “Gente del Agua” (sede UTN). Este número está dedicado a la intensa vida del legendario párroco de Villa Ana, RAFAEL YACCUZZI. La
mesa disertante estuvo integrada por tres villanenses: además del
autor, expusieron ANÍBAL SÁNCHEZ y RAMON BALBUENA,
quienes compartieron etapas en ese pueblo forestal con YACCUZZI. Son
parte de los testimonios que sostienen el trabajo de la publicación.. En
medio del público asistente se encontraban bancando la actividad, el
intendente Dr AMADEO VALLEJOS, el diputado Dr. SERGIO ROJAS
(Vera) y el Secretario de Cultura municipal Lic. LUCAS FERRO,
entre otros. Entre las adhesiones recibidas por el
autor, estuvo la del sacerdote católico PEPI DUARTE PAZ. A
continuación ese texto, como recuento de época:Rafael
YaccuzziParte
de la historia de la Iglesia y de la historia grande del norte
santafesino Para poder decir una palabra de
Rafael Yaccuzzi, es
necesario ver su vida y su accionar pastoral y social en el contexto
de los acontecimientos que marcaron la ´década del 60 y 70’. En lo eclesial el Concilio
Vaticano II y su interpretación y puesta en marcha significaron
para la Iglesia Católica un cambio de paradigma, que trajo no
pocas consecuencias y reacciones a una estructura milenaria que
inició un proceso de ‘aggiornamiento’, de renovación, de
cambio, para actualizar la misión de la Iglesia a los tiempos de la
modernidad. En el mismo recinto donde se
realizaban las sesiones del concilio, allí se encontraron obispos
del todo el mundo, pero también se encontraron los obispos del
llamado en aquel momento, “los del tercer mundo”. Obispos de
Asia, de África, de Latinoamérica, que compartían no sólo la fe
sino también la pobreza y las injusticias que vivían en sus países. Al término del Concilio todos
estuvieron de acuerdo en suscribir un documento conocido como
“Manifiesto de los Obispos del Tercer Mundo”,
que coincidió también con la encíclica “Populorum
Progressio”, del papa Pablo VI / Este manifiesto se
propagó y fue firmado por cientos de sacerdotes en todo el mundo. En
Argentina lo suscribieron 270 sacerdotes, quienes a partir de allí,
se conocieron como el “Movimiento de Sacerdotes para el Tercer
Mundo”. Es en este contexto, en que varios
sacerdotes de nuestra diócesis, incluido el Pbro. Rafael
Yaccuzzi, no sólo firmaron ese manifiesto, sino comenzaron una
tarea más honda, de compromiso con los pobres. Tarea de
formación, de organización, de solidaridad, de transformación de
estructuras sociales injustas, de un norte santafesino siempre pobre,
siempre postergado. Luego de la década de los 70, se
sucedieron los movimientos revolucionarios, la dictadura militar y la
ignominia cayó sobre Latinoamérica y nuestro país. Evidentemente la vida del
sacerdote RAFAEL también fue transformada como la de todos por esos
acontecimientos, y su labor pastoral y sacerdotal fue atravesada por
la persecución, las amenazas, la cárcel y el exilio, por
defender los valores del Evangelio, como la justicia, la
solidaridad, la liberación del oprimido, de ser voz de aquellos que
no tenían voz. Celebro que la revista
“Añamembuí”, y el Prof. LUCIANO SÁNCHEZ, hayan
traído, no solo como investigación histórica, sino también
haciendo justicia, la vida y tarea de RAFAEL YACCUZZI,
a la memoria del presente, ya que las nuevas generaciones no
conocen o conocen sesgadamente, una parte de nuestra rica historia,
vivida en el interior de nuestros pueblos y parajes de la Cuña
Boscosa… Como Iglesia también, tenemos un
camino que realizar, no solo rescatando de un pasado no tan lejano,
sino valorando la vida de tantos laicos y sacerdotes que, como
Rafael, forjaron el presente de nuestra diócesis. Por nombrar
algunos de ellos: Arturo Paoli, Mario Greca, Aldo Martini, Armando
Yacuzzi, Pablo Dugast, Esteban de Quirini, Héctor Beltran,
Jorge Mussin, Enrique Nardelli, José Clavel, Francisco D’Alteroche,
Ernesto, Martín y Luis Spontón, Antonio Pergolessi,
y tantos otros que, en aquellos años, se comprometieron con el
sufrimiento y la promoción humana, la liberación integral del
pueblo sufriente, de nuestro norte santafesino.Quiero recordar, al
finalizar, un estribillo, de una canción popular, escrita por
Mignogna, Litto Nebia e
interpretada por Silvina Garré: “Si la
historia la escriben los que ganan, eso quiere decir que hay otra
historia: la verdadera historia, quien quiera oír que
oiga...”Pbro. JORGE LUIS DUARTE PAZ
(Pepi)Sacerdote de la Diócesis de
Reconquista
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OTRO APORTE A LA RECONSTRUCCIÓN DE LA MEMORIA HISTÓRICA POPULAR EN ESTA REGIÓN |
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Aportan Saberes y Memoria: ABEL FENOGLIO/ANÍBAL SÁNCHEZ |