Memoria, Verdad y Justicia en el Norte Santafesino

lunes, 19 de febrero de 2024

ALDO SOTELO: CIUDADANÍA Y LUCHA, HISTORIAS IGNORADAS...

REBELIÓN Y TOMA DE LA USINA ELÉCTRICA
    El sábado 17 de febrero, el Profesor ALDO SOTELO encaró en el programa radial LA MIRADA (Ciudad 88.1), una nueva edición de su columna "Historias de la vida cotidiana", sobre el pasado oculto de esta ciudad: 
    "Desde hacía décadas Reconquista tenía problemas con dos servicios que eran prestados en forma muy deficiente: la provisión de luz y de agua. El servicio eléctrico era muy deficiente, debido al estado deplorable de los motores de la usina, que no estaban en condiciones de producir la suficiente energía para abastecer el consumo diario de viviendas, comercios e industrias.
    En marzo de 1957 luego de una reunión realizada en el Reconquista Tenis Club, quedó conformada una comisión Pro normalización del servicio eléctrico Reconquista que quedó así integrada: presidente Mario Rapelli, secretario Eladio Francisco Mosquera, tesorero Francisco Buyatti, vocales Héctor Lanteri Diez, Rolando Stácul, Martín Ríos, Armando Campana, Santiago Vinda, Juan Cirera, Mario Capozzolo, Sixto Genovese y Alberto Buyatti.
    Reclamaban la normalización del servicio y la expropiación de la usina local. El 11 de abril de ese año la Intervención Federal en la provincia anuncia la posesión de los bienes expropiados a la Compañía Suizo Argentina, constituidos por la generadora de energía eléctrica y la fábrica de hielo en esta ciudad.
        La decisión no resolvía el problema en forma inmediata, pero abría una esperanza a la población para que eso suceda. El manejo de la empresa quedaba a cargo de la Dirección de Energía de la provincia.
    Con el transcurrir de los días los problemas empeoraron, a causa de desperfectos en los motores instalados y a la demora en colocar los motores nuevos que se encontraban en la ciudad desde hacía un año. Reconquista era una ciudad que tenía desmotadoras de algodón, fábrica de aceite, aserraderos, estaba la CICLAR, comercios e industrias menores, aumentaba la urbanización, se construía el FRIAR, por lo tanto y ante la gravedad de la situación envían un telegrama al interventor federal en la provincia (recordemos que había gobierno de facto en el país luego del golpe de estado que derroca al presidente PERON), diciéndole en tono de pocos amigos: necesitamos energía eléctrica, no importa de donde venga ni como venga, pero la necesitamos y debemos conseguirla”.
    Seguidamente la comisión continúa enviando notas y telegramas solicitando además que se transfiera la usina a una cooperativa de usuarios, proporcionándoles las maquinarias y elementos necesarios para normalizar el servicio. Asimismo, los vecinos ratifican una resolución que habían adoptado: resistirse al pago de las facturas de luz hasta tanto la concesionaria se coloque dentro de la ley y suministre el servicio requerido.
    A pesar de los pedidos la intervención federal daba vueltas para no recibir a la comisión de vecinos, hasta que ese encuentro tiene lugar el día 17 de octubre de 1957.
    Diez días después, el 27, tiene lugar una asamblea popular en el Reconquista Tenis Club, a la que asisten vecinos, representantes de fuerzas vivas, delegados de instituciones sociales y sindicatos. Tanto el comisionado municipal MELCHOR SELLARÉS como el presidente de la comisión, informaron a los presentes acerca de la situación del servicio de energía eléctrica en la ciudad, que en ese momento suministraba luz eléctrica tres o cuatro horas por día.
    Desgastados por la falta de soluciones, el miércoles 5 de diciembre de 1957 los integrantes de la Comisión pro normalización del servicio eléctrico, dan por concluidas sus funciones. Hacen un balance de todo lo realizado y se quejan un poco por la actitud dual de algunos funcionarios locales y representantes de instituciones que no los apoyaron como necesitaban. Mientras tanto el problema que afectaba a la ciudad toda no se resolvía.
    Las autoridades de la provincia se dirigían a sus miembros de forma despectiva, les negaban representatividad y ante tantas dificultades, el grupo abandona su tarea “por falta de comprensión y apoyo” dentro de la propia comunidad y también ante la falta de respuestas de parte de la intervención federal que gobernaba la provincia.
    El verano del año 1958 se torna muy caliente. Se registraban cortes permanentes que alteraban la vida comercial, industrial y familiar de todos los habitantes, es así que la situación de desencanto explotó.
    El 1° de febrero luego de días de calor sofocantes y de cortes extensos en el suministro del servicio, se realizó una concentración frente a la municipalidad a las 17,30 hs que contó con la presencia de alrededor de 4.000 personas, una verdadera multitud.
COMO EN OTRAS HISTORIAS: LA TOMA DEL EDIFICIO
    Ahí, los presentes a viva voz, invitaron al ex presidente de la Comisión Pro normalización del servicio eléctrico, Mario Rapelli, a dirigirse a la concurrencia, ocupando la tribuna y haciendo referencia a los problemas que vivía la ciudad y a las gestiones realizadas que siempre chocaron con la impermeabilidad e indiferencia de los funcionarios del gobierno. Los acusó de no haber cumplido sus promesas para mejorar el servicio, por ello agregó que “engañaron al pueblo”.
    Finalizada su exposición que fue muy aplaudida por la concurrencia, la multitud al grito unánime de a tomar la usina! se encaminó hacia el lugar donde se encontraba emplazada, a la vuelta de la municipalidad por calle Ludueña (hoy EPE), invadieron sus dependencias hasta llegar a la sala de máquinas donde procedieron a paralizar la marcha de los motores. Mientras esto ocurría, varias personas ocupaban el micrófono, exteriorizando el descontento de la población.
    Seguidamente llegó al lugar el secretario del jefe de Policía, quién pidió a los presentes calma y serenidad, solicitándoles que despejen la sala de maquinarias dado la imperiosa necesidad de poner en marcha los motores para cubrir las necesidades del hospital, el sanatorio y otras dependencias.
    Los presentes acataron la “invitación” y se estacionaron en el patio de la usina y en la calle.
    Acto seguido procedieron a designar una comisión provisoria para continuar con los reclamos compuesta en su mayoría por técnicos locales. Fueron propuestos: Martín Ríos, Rodolfo Fanto, Sixto Genovese, Manuel Gil, Rolando Stácul, Mario Rapelli, Pedro Guckert, Enrique Grenón, Alberto Buyatti, Ricardo Zanazzi, Lorenzo Gómez Rodríguez, Gaudencio Fantín y el Ing. Viani.
    Se labró un acta antes de retirarse de la usina, pidiendo de manera urgente que baje a la ciudad un responsable del gobierno para hacerse cargo de la usina y que en el término de cuatro días, se envíen motores portátiles y que se arreglen los que estaban sin funcionar.
    Firmada el acta, la concurrencia se dirigió a la Plaza 25 de Mayo donde cantaron el himno al pie del mástil y allí hablaron ROLANDO STÁCUL y FRANCISCO RODRÍGUEZ destacando la corrección del acto y la magnífica reacción del pueblo. También se hizo presente el comisionado municipal MELCHOR SELLARÉS quién había renunciado a su cargo el 3 de enero de 1958 afectado por la falta de solución a los problemas de falta de energía para la ciudad, anunciando a los presentes que el gobierno de la provincia la había aceptado. En su lugar es designado SANTIAGO ARAMBURÚ quién confirmaba su aceptación supeditada a la solución de los inconvenientes que padecía la ciudad.
    Reconquista demostraba estar de pie: sépanlo quienes lo ignoran, atiéndanlos quienes tienen en sus manos las soluciones. No más promesas... hechos!!!”, consignaban.
En próxima publicación compartiremos fragmentos de la entrevista hecha al periodista y dramaturgo WALTER OPERTO