Memoria, Verdad y Justicia en el Norte Santafesino

jueves, 14 de marzo de 2013

CAUSA BASE AÉREA RECONQUISTA



EL OBRERO ACUSA, LA EMPRESARIA DEFIENDE

La semana 11 del juicio oral por la Causa Base Aérea Militar Reconquista se concretó en el Tribunal Oral Federal de Santa Fe en el inicio de esta semana. Testimoniaron el lunes11 de marzo la docente e investigadora María Elena Moreira, y los ex obreros aceiteros Oscar Zarza y Ramón Gavirondo.
Moreira sumó el relato de sus desdichas al de otras mujeres que ya hablaron en anteriores audiencias, en un juicio donde la violencia sexual a las detenidas políticas es considerada delito de lesa humanidad.
Obreros
Zarza en su extenso relato citó entre los responsables de sus penurias a los imputados Rubén Molina, Arnaldo Neuman y Eduardo Luque, policías santafesinos ellos. De Molina, en un momento resaltó cómo este represor en un allanamiento a su casa apuntó con una pistola sobre el embarazo de una hermana a pocos días del parto, en una acción de terror y llanto en perjuicio de la muchacha.

Gavirondo: el testimonio
genuino de un obrero
Gavirondo responsabilizó de su detención a la patronal de entonces, la aceitera Vicentín. Entre los represores imputó claramente al Comisario Carlos Nickisch y al  oficial Juan Antonio Mulassano, que será juzgado próximamente tras estar prófugo varios años. Gavirondo al igual que Zarza, residentes en la ciudad de Avellaneda, fueron partícipes en los años 70 de un movimiento sindical antiburocrático en el gremio local de los aceiteros, actividad que molestó a la empresa acostumbrada a arreglar en trastienda con los sindicalistas de entonces encabezados por "el manco" Osvando Gayo.
Empresaria
La empresaria Graciela Faccioli fue una de las primeras testigos citadas a favor de los represores, en la jornada del martes 12. Esta mujer no pudo sostener sus afirmaciones de que el ex preso político y testigo víctima Rubén Maulín no había trabajado en la empresa de su padre, Electroluz, cuando el fiscal le preguntó si por entonces ella era jefe de personal. Su respuesta fue que quien realmente conducía era su padre Irineo (fallecido) y ella estaba en la misma durante sus vacaciones como estudiante (tres meses en verano) y no todo el año.
Maulín en su testimonial había relatado que trabajó allí luego de salir de la cárcel, como empleado temporario y no efectivo, y en un momento determinado de esas circunstancias fue llamado estando en su trabajo por el policía Rubén Molina y otros e introducido en el domicilio de la madre del represor siendo ahí intimidado. El domicilio de Molina era cercano al de la empresa y al de sus propietarios Faccioli. Fueron vecinos. ¿Aparece en este testimonio una metáfora de aquel pasado de complicidades civiles con la dictadura?...
Los otros dos testigos de los victimarios fueron dos policías, Sebastian Barú y Emilio Regonat (trabajaron en la comisaría de Avellaneda donde estaban alojados los imputados, hoy en Drogas Peligrosas) a quienes convocaron para demostrar lo que es la obediencia debida de un suboficial: “a las órdenes que nos imparten se las cumple”. En clara justificación, que vendrá en el alegato final de la defensa,  de lo actuado por dos suboficiales del banquillo: Eduardo Luque y Horacio Machuca.

Semana12:
Las audiencias próximas serán los días 18 y 19 de marzo. Los testigos de la defensa citados para esa oportunidad son: Oscar Alfredo Machuca, Juan Moriondo (militar), Miguel Ramúa, Raúl Miño, Eduardo Ebrecht y Norberto Fabrissín.