socialización de la
infamia
En el SITRAM no tendrán lugar
proyectos regresivos y represivos, como los que alientan los ediles de
Avellaneda (Santa Fe) con su proyecto de buzones que receptarían denuncias de
ciudadanos contra ciudadanos en materia de narcotráfico, proyecto inverosímil
de delación que abre un espacio sin antecedentes al menos en el territorio, por
lo lúgubre, por la cobardía que alienta, por el anonimato que legitima, por las
impredecibles consecuencias que implica. Aprobado por unanimidad ese proyecto
expresa que la comunidad de Avellaneda está en manos de ediles cuya cobardía y
descomposición ética arroja sobre el pueblo responsabilidades que le competen:
así se libran de las eventuales consecuencias de denunciar ellos. No invitan a los
ciudadanos a sus oficinas y despachos a compartir lo que saben para luego
escribir de puño y letra una denuncia genuina y responsable que habrían de
rubricar con su nombre y apellido claramente escritos y firmar con pulso sereno
y valiente. No. Proponen a su pueblo una labor sombría, tenebrosa, inverosímil:
escriban los nombres, escriban dónde, cuándo y cómo, escríbanlo… sí, sí…
háganlo… y luego llévenlo a los buzones…lo que sepan… todo… lugares, nombres…
Proponen, en síntesis, la
socialización de su infamia.
Carlos Echegoy
(Secretario
gral. –Sindicato de Municipales de Reconquista)