Dr. Oscar Pellegrini y el narcotráfico
“Comenzó a instalarse en los 90”
Oscar
Pellegrini consideró que “al problema del narcotráfico no es posible pensarlo
sin remitirse a políticas globales de EE.UU.” y a las “relaciones carnales” que
Argentina en ese tiempo estableció.
El
psiquiatra y psicoanalista santafesino Oscar Pellegrini, quien posee extensos
conocimientos y experiencias en el abordaje individual, institucional y
territorial de las adicciones, tanto a nivel nacional como provincial, consideró
en diálogo con Diario UNO que “el problema del narcotráfico ha generado en las
últimas décadas un factor de poder real, que no es posible pensar sin remitirse
a políticas globales impulsadas desde el Imperio del norte”.
—¿Cuál
es el momento en que esto comienza a gestarse en el país?
—Nuestra
legislación en la materia (ley 23.737) se remite a las relaciones carnales de
los 90, y a las políticas de sustitución del “fantasma comunista” por el del
“terrorismo y el narcotráfico”. Significación con la cual el Imperio justifica
los más aberrantes crímenes en cualquier parte del planeta. Desarrolló así una
política de criminalización y narcotización de los pueblos para enfrentar a los
gobiernos nacionales y populares que en su diversidad cultural se viene
generando en América latina.
—¿Qué
responsabilidad nos cabe?
—Argentina
ha hecho bien los deberes en ese sentido, no hemos logrado aún modificar esa
legislación planteada desde la Doctrina de la Seguridad Nacional de los EE.UU.,
que tiene un paradigma punitivo represivo de consecuencias no sólo nacionales
sino regionales. Recién se está pudiendo comenzar una discusión de bloque
regional en el sentido de oponerse a estas políticas neocolonialistas en la
materia y que construyen un enemigo partiendo de segregar a una parte de su
propia población. Ahora bien, en el plano asistencial tenemos que reconocer que
un paso adelante ha sido la Ley de Salud Mental y Adicciones (al que nuestra
provincia adhirió), que reconoce las problemáticas del consumo de sustancias
dentro del campo de la salud mental. Esto debiera complementarse con una nueva
ley de adicciones, que no persiga ni criminalice. Hay que reconocer, sí, que
esta Corte Suprema de Justicia de la Nación, ha generado con el fallo Arriola
un precedente interpretativo de la norma en el sentido de este cambio
necesario, pero seguimos con la misma legislación en la materia.
__En
lo que respecta a la persecución del delito, Pellegrini consideró que “es
necesario un gran acuerdo político estratégico que genere el poder suficiente
para combatir realmente el narcotráfico y sus derivados, que no por casualidad
se llaman delitos complejos, tanto que sus redes adquieren niveles
internacionales”.
Los eslabones
—¿Qué
otros actores involucraría como parte de esta compleja trama que describe?
—Este
tema involucra no sólo el compromiso de efectivos policiales que hoy nadie pone
en duda como parte del problema, no sólo en Santa Fe, claro está; cuestión que
está puesta en el tope de la agenda política regional a partir del caso
Tognoli. La magnitud que ha tomado el narco poder no es pensable sin una trama
de relaciones no sólo policiales, sino también judiciales, políticas y
empresariales, lazos que nunca aparecen en los procesos investigativos, al
menos hasta ahora.
—¿Qué
opina de la despenalización?
—La
despenalización de la tenencia de sustancias para uso personal, o el
autocultivo, puede ser no sólo un modo de evitar la criminalización de los
consumidores, sino de generar menores riesgos toxicológicos, ya que en los
cultivos ilegales se usan agroquímicos prohibidos para el ulterior consumo
humano. Y sería también una forma de combatir, en parte, el tema del tráfico.
(Diario UNO Santa Fe-
Miércoles, 23 de octubre de 2013)